Perdonar, otorgar perdón no es fácil, pero hacerlo es muy sano. Por eso deberíamos aprender a darlo y usarlo como una forma de curarnos a nosotros mismos.
Así es, cuando perdonamos nos desprendemos del pasado y este es uno de los retos más grandes que enfrenta el ser humano, pero que le genera muchos beneficios. A continuación, te presentamos las bondades de perdonar.
Kathy Hedberg dijo: “Perdonar no es olvidar, pero ayuda a dejar ir el dolor”, permitiéndonos experimentar la mejor sensación de alivio y descanso que pronto reflejaremos a los demás de forma muy positiva. Por supuesto que esta valiente acción hará que seamos más felices.
Más beneficios de perdonar
El perdón es bueno para el cuerpo, la mente, las relaciones personales y para el espíritu. Se da de manera consciente y permanente dejando pasar por alto la ofensa que nos afectó para no tomar represalias ni acciones de venganza que a la larga solo nos producirán incomodidades.
Vinimos al mundo para ser felices. Entonces, ¿por qué albergar resentimiento ira, rencor, odio y malos deseos en el corazón? Pudiendo amar sin medidas para gozar de estabilidad física, mental, emocional y espiritual. Negarte a perdonar es condenarte a vivir enfermo internamente y para siempre.
El tiempo NO lo cura todo
Dicen que el tiempo lo cura todo, pero no es así. La verdad es que, si no estamos dispuestos a sacar de adentro todo el resentimiento que llevamos, este prontamente será reflejado no solo en la forma que actuemos y nos comportemos, sino que también lo manifestará nuestra salud.
En otras palabras, algunos síntomas de no perdonar son: insomnio, estrés, dolor físico, fatiga, sueño, entre otros.
Las enfermedades que presentamos los seres humanos a lo largo de la vida se deben al cúmulo de cosas con las que hemos lidiado desde que nacemos y que hemos desatendido. Puede que suene algo raro para algunos, pero una de ellas es justamente la falta de perdón, tanto darlo como recibirlo.
Beneficios de perdonar:
Perdonar es esencial para la salud en general, dentro de las bondades de perdonar tenemos:
- Reducción de los efectos depresivos que produce el rencor.
- Previene la ansiedad.
- Alivia del estrés.
- Favorece la salud cardiovascular.
- Ayuda nuestra salud mental.
- Fortalece la gestión de conflictos.
- Refuerza la espiritualidad.
- Mejora la autoestima.
- Desarrolla la empatía y la tolerancia.
Tu perdón no solo te aliviará a ti también hará descansar a aquellos que te hicieron daño, concediéndoles una esperanza de vida gracias a la reducción de estrés crónico que les produce la angustia y la culpa, lo que podría ayudar a restaurar nuevamente la relación.
Perdona de corazón
Las disculpas más profundas nunca son escuchadas por los oídos, se sienten en el corazón. No hay nada de malo en disculparse, pero decir:“lo siento”, no sirve de nada si continúas cometiendo el mismo error. Es por eso que debemos ofrecer perdón de forma sincera, de manera que nuestra conducta, pensamientos, sentimientos y comportamiento cambien significativamente hacia aquellos que nos ofendieron.
En conclusión
Anímate a disfrutar de las bondades de perdonar. Restaura tu paz interior contigo mismo, con Dios y los que están a tu derredor. No le quites la esperanza de vivir tranquilos a aquellos que te lastimaron sin el pleno uso de sus facultades. Recuerda que, quien hiere y ofende generalmente está falto de amor y compresión.
Así que comprende a tu hermano cuando haya errado y pídele a Dios que perdone sus ofensas, como Él perdonó las tuyas.