Siempre Sale Sol


,Siempre sale el sol

Muchas veces los afanes de la vida nos aceleran, tratando de alcanzar nuestros objetivos tendemos a desorientarnos. Nuestra visión se nubla, debido a esto nos llega la angustia limitando nuestra capacidad de entender que, a pesar de las aflicciones, siempre sale el sol para los que confiamos en el Señor. “El sol sale y el sol se pone, a su lugar se apresura, y de allí vuelve a salir” (Eclesiastés 1:5).

Los procesos son pruebas que Dios coloca en nuestro camino para que aprendamos a enfrentar las dificultades y reconozcamos que él es nuestra luz en la oscuridad.

“Ya el sol no será para ti luz del día, ni el resplandor de la luna te alumbrará; sino que tendrás al SEÑOR por luz eterna, y a tu Dios por tu gloria” (Isaías 60:19).

Jesús es Dios de amor y no hace acepción de personas. Por eso aunque hayas cometido pecado no te dejará ni te desamparará.

“Para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos; porque Él hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos” (S. Mateo 5:45).

Sin embargo, debemos enmendar nuestras faltas para recibir sus misericordias.

Busquemos primeramente el Reino de Dios y su justicia

Amar al prójimo es el gran mandamiento de Dios, por eso:

Si por alguna razón has contendido con tu hermano(a) reconcíliense y presenten cuentas claras delante del Señor, no sea que al ocultarse el sol hayas perdido su bendición “sin falta le devolverás la prenda al ponerse el sol, para que se acueste con su ropa, y te bendiga; y te será justicia delante del SEÑOR tu Dios (Deuteronomio 24:13)”.

Reconocer a Dios como nuestro único y suficiente Salvador es tener presente que siempre sale el sol justamente porque él lo permite. “Para que se sepa que desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, no hay ninguno fuera de mí. Yo soy el SEÑOR, y no hay otro” (Isaías 45:6).

Reconozcamos su poderío y no acumulemos adeudos delante de él.

Busquemos primeramente el Reino de Dios y su justicia, no sea que intentando alcanzar tesoros en la tierra erremos y la ira del Padre nos consuma.

“Porque el sol sale con calor abrasador y seca la hierba, y su flor se cae y la hermosura de su apariencia perece; así también se marchitará el rico en medio de sus empresas” (Santiago 1:11).

Conclusión

Dios ha prometido prosperarnos:

“Con lo mejor de los frutos del sol y con los mejores productos de los meses” (Deuteronomio 33:14).

Creámosle y en nuestra vida serán añadidas todas las cosas que nos preocupan a fin de restaurar nuestro ánimo.

“Más para vosotros que teméis mi nombre, se levantará el sol de justicia con la salud en sus alas; y saldréis y saltaréis como terneros del establo” (Malaquías 4:2).

Por eso no debemos temer, Jesús peleará por nosotros y mientras vivamos para él nada podrá tocarnos.“El sol no te herirá de día, ni la luna de noche” (Salmos 121:6), así que en vez de afligirnos, alegrémonos y demos la gloria a Dios mientras haya sol ¡alabémosle! “Desde el nacimiento del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del SEÑOR” (Salmos 113:3).


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