Había un juez rígido que aplicaba la justicia según lo que habían hecho los culpables. Todos le temían, pues su fama incorruptible no daba esperanza de poder cambiar el veredicto en una condena. “Y decís: No es recto el camino del Señor.- Yo os juzgaré a cada uno de vosotros según sus caminos, oh casa de Israel” (Ezequiel 32:20) ¿Pero es que acaso un juez no está para ser justo y hacer cumplir la ley?
Muchos sacan provecho de su posición
Muchos son los gobernantes que lejos de hacer justicia, se valen de sus facultades para sacar provecho. Olvidan que hay un Dios justo y vengador que juzgará a vivos y muertos:
“Él es el que reduce a la nada a los gobernantes, y hace insignificantes a los jueces de la tierra” (Isaías 40:23).
Porque hay un solo juez:“Porque el SEÑOR es nuestro juez. El SEÑOR es nuestro legislador, el SEÑOR es nuestro rey; Él nos salvará” (Isaías 33:22).
Entonces, para ser equitativo ¿Cómo debe ser el carácter del juez?
Dios es amor y justo porque nos amó dio su vida en la Cruz del Calvario para que entre nosotros reinase la verdad por sobre todas las cosas. Por eso si vas a hacer juicio a tu hermano(a) procura ser neutral, no sea que por tu viveza te llegue destrucción.
“Solo hay un dador de la ley y juez, que es poderoso para salvar y para destruir; pero tú, ¿quién eres que juzgas a tu prójimo?” (Santiago 4:12).
“Y juzgará al mundo con justicia; con equidad ejecutará juicio sobre los pueblos” (Salmos 9:8). Por eso, tratemos de andar en rectitud para que según nuestras obras seamos llenos de favores “Sino que Dios es el juez; a uno humilla y a otro ensalza” (Salmos 75:7).
Por eso, ante situaciones que ameriten tomar decisiones certeras trata que tu carácter sea imparcial, a fin de que tu sentencia cumpla con su objetivo y no que termines siendo condenado, porque aunque Pilatos se haya lavado las manos (S. Mateo 27:24), lo más probable es que el día del juicio sea sentenciado. “Y así como está decretado que los hombres mueran una sola vez, y después de esto, el juicio” (Hebreos 9:27).
Conclusión
Aunque el carácter de Dios es de temple, él ama a cada uno de nosotros buenos y malos. Nos ama tanto que mientras vivamos tenemos la oportunidad de reconocerle como nuestro salvador y librar nuestra alma de juicio. Por eso, cuando des tu opinión procura conocer la situación y reflexionar claramente sobre ello para que esta sea los más objetiva posible y tengas la valentía de enfrentar lo que ella pueda acarrear.
Para Sócrates el carácter de un juez debe tener 4 peculiaridades:
- Escuchar cortésmente.
- Responder sabiamente.
- Ponderar prudentemente.
- Decidir imparcialmente.
Dios es juez, Rey y Señor, pero más que juzgarnos él quiere salvarnos. “Hiciste oír juicio desde los cielos; temió la tierra y enmudeció al levantarse Dios para juzgar, para salvar a todos los humildes de la tierra” (Salmos 76:8-9) revístete de verdad y adora a Jesús busca su gracia y no suscites el carácter del juez.