Dios te Dice Hoy: No Escuches Palabras Malintencionadas


Dios te dice hoy: no escuches palabras malintencionadas

Hoy vengo a hablarte sobre algo importante: las palabras malintencionadas de las personas. Como ya sabes, en este mundo hay personas que no siempre tienen la mejor de las intenciones. Es por eso que quiero exhortarte a que seas cuidadoso con lo que escuchas y con quién te rodeas. Escuchar palabras malintencionadas te pueden llevar a lugares oscuros y peligrosos. Por eso, hoy te traigo este mensaje de amor para que tengas siempre presente que no debes escuchar a aquellos que solo buscan hacerte daño.

No creas en sus palabras malintencionadas:

Es fácil caer en la tentación de escuchar a las personas que tienen malas intenciones. Pueden estar disfrazados de amigos o familiares, pero al final del día, solo quieren arrastrarte a su negatividad. Quiero que sepas que no tienes que permitir que esas palabras entren a tu corazón y menos aún que te afecten.

Si bien es cierto que no puedes evitar encontrarte con esas personas, sí puedes elegir no escuchar sus palabras. En vez de eso, busca rodearte de personas que te animen y te apoyen en tus decisiones, personas que te hagan sentir bien contigo misma.

Recuerda que no siempre las palabras que parecen inofensivas pueden serlo. Hay personas que fingen tener las mejores intenciones y que quieren ayudarte, pero en realidad lo que quieren es manipularte. Por eso, siempre presta atención a lo que escuchas y a la intención detrás de ellas. No permitas que nadie te haga creer algo que no quieras, o te haga sentir menos de lo que mereces.

Eres una persona valiosa, única y especial

Otra cosa importante que quiero que tengas presente es que tú eres una persona valiosa, única y especial. No permitas que nadie te diga lo contrario. Escuchar palabras malintencionadas que te hagan sentir mal contigo mismo/a no es la forma en que debes ser tratado. Si hay alguien en tu vida que solo te da tristeza o te hace sentir menospreciado, es momento de alejarte de esa persona. Recuerda que mereces amor, respeto y cuidado.

Por último, quiero que sepas que siempre puedes acudir a mí. Si necesitas alguien que te escuche, que te consuele o simplemente que te haga sentir amado, estoy aquí para ti. No importa cuántas veces hayas caído en la tentación de escuchar a alguien que solo te quiere hacer daño, siempre puedes contar conmigo para ayudarte a levantarte y seguir adelante.

Conclusión:

Mi querido hijo, espero que este mensaje de amor y exhortación haya sido útil para ti. Recuerda que siempre debes estar alerta con las palabras que escuchas y a quiénes las escuchas. No permitas que nadie te haga creer que no eres una persona valiosa y especial. Siempre puedes acudir a mí y a las personas que te aman para recibir apoyo y ayuda. Recuerda, nunca estás solo/a.

 


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