En medio de la incertidumbre y el caos que se vive en el mundo actualmente es común sentirse perdido y desorientado. Sin embargo, para aquellos que tienen fe, hay una promesa que nunca cambia: Dios te dice hoy, Dios siempre cumple sus promesas.
Este mes, Dios nos ha dicho que cumplirá sus promesas, levantará al pobre y fortalecerá al débil e indefenso. En este artículo, exploraremos cómo las promesas de Dios son verdaderas y cómo podemos confiar en que siempre nos guiará por el camino correcto.
1. Dios siempre cumple sus promesas.
A lo largo de la historia, Dios ha hecho numerosas promesas a su pueblo y las ha cumplido fielmente. En la Biblia, podemos leer ejemplos de esto en el Antiguo Testamento, como cuando Dios prometió salvar al pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto, una promesa que cumplió a través de la figura de Moisés. En el Nuevo Testamento, vemos cómo Dios prometió enviar a su hijo Jesús para salvar al mundo del pecado, otra promesa que cumplió. Saber que Dios siempre ha sido fiel a sus promesas nos da la seguridad de que Él seguirá cumpliéndolas en el futuro.
2. Dios levantará al pobre.
En este mes, Dios ha prometido levantar al pobre y esto es algo que podemos ver en acción en todo el mundo. Dios usa a su pueblo para ayudar a los más necesitados, y a menudo es a través de las manos y los pies de los creyentes que Él trabaja para satisfacer las necesidades de los pobres y los desfavorecidos. Si queremos ser parte de la obra de Dios en la tierra, debemos estar dispuestos a ayudar al necesitado, incluso si solo podemos ofrecer unas pocas monedas o unas pocas palabras de aliento.
3. Dios fortalecerá al débil.
La debilidad puede tomar muchas formas, y todos los seres humanos experimentamos algún tipo de debilidad en algún momento de nuestras vidas. Cuando nos sentimos débiles, podemos confiar en que Dios nos dará la fuerza que necesitamos para seguir adelante. Él nos da la fuerza para enfrentar los desafíos de la vida, la fuerza para perdonar a aquellos que nos han hecho daño, y la fuerza para seguir adelante incluso cuando estamos agotados. Si nos apoyamos en la fuerza de Dios, no hay nada que no podamos hacer.
4. La promesa de Dios es para ti también.
A veces, podemos sentir que las promesas de Dios son para otras personas, pero no para nosotros. Sin embargo, la verdad es que Dios quiere que todos recibamos sus bendiciones y promesas. Podemos acercarnos a Él en oración y pedirle que nos muestre su amor y su bondad de una manera nueva y fresca. Si ponemos nuestra fe en Dios, sabemos que Él cumplirá su promesa de bendecirnos y guiarnos en todo momento.
Conclusión:
La promesa de Dios es que Él cumplirá sus promesas, levantará al pobre y fortalecerá al débil. Si confiamos en Dios y ponemos nuestra fe en Él, sabemos que nunca nos abandonará. En este mes, recordemos que Dios es fiel a sus promesas y que podemos depender de Él en todo momento. Que esto nos dé la motivación y la confianza para hacer la obra de Dios en la tierra y llevar su amor a aquellos que lo necesitan.