Dios te dice: Déjamelo a mí

Dios te dice: Déjamelo a mi

Dios te dice: dejamelo a mi

Dios quiere que sepas que no tienes que luchar esta batalla por tu cuenta porque Él luchará por ti hoy….

Cree en Dios y podrás pelear esta batalla

Cuando lo piensas, estamos muchísimas veces en medio de una o varias batallas. Luchando con el clima, nuestra salud o la de algún familiar; nuestras finanzas, nuestras amistades y relaciones sociales y, por supuesto, batallamos con nuestros propios demonios. La pregunta que siempre nos hacemos es, ¿cómo vamos a salir de estas situaciones que nos quitan la paz? ¿Cómo hago para que Dios luche por mí? ¿Cómo puedo estar seguro de que Dios peleará por mi?

“Y dijo: «Pongan atención, habitantes de Judá y de Jerusalén, y tú, rey Josafat. El Señor les dice: “No tengan miedo ni se asusten ante ese gran ejército, porque esta guerra no es de ustedes sino de Dios.” (2 Crónicas 20:5)

No es una simple declaración que Dios hace para consolar a su pueblo. Realmente fue su lucha, pudo obrar porque la gente creyó y obedeció, porque Dios peleó su batalla y Dios peleará nuestra batalla.

Sin embargo, pasa algo interesante. Por lo regular, no dejamos a Dios obrar porque estamos peleando contra nosotros mismos. Es decir, no solo luchamos con las situaciones que nos están afectando, sino que nuestra lucha interna no nos deja ver la solución ni dejamos que Dios obre.

Siempre recuerdo las palabras de una muy querida amiga que me decía que, el Espíritu Santo no reposa sobre cabeza revuelta. Es decir, callamos o más bien contristamos a Su santo Espíritu y no podemos escuchar sus gemidos indecibles.

Dios quiere ayudarte, deja que Él pelee por ti.

Dios está contigo, y luchará por ti

¿Estás dispuesto a dejar que Dios luche por ti? ¿Te gustaría sentarte y orar y dejar que Dios haga su obra? ¿Estás dispuesto a dar un salto de fe? Dios pelea por mí y tú debes dejar que Dios pelee por ti también. Bendito en el nombre de Jesús.

Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. 11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. 12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Efesios 6:10-12).

Conclusión

Una gran parte de la batalla en esta guerra espiritual consiste en creer lo que Dios nos dice y confiar en sus promesas. Al confiar en Él y creer en Su Palabra, Él peleará tus batallas y te librará.

Una verdad que no podemos negar es que en cada lugar que vayamos, ya sea en casa o en el trabajo, hay desafíos. Algunos son grandes y otros son pequeños. Lo importante es tener fe en que, independientemente de las circunstancias, Dios ya ha superado la situación, por lo que no tenemos que preocuparnos. De eso se trata la promesa de Su Palabra. Y cuando finalmente veamos la victoria de Cristo en la cruz, podremos decir:

“Dios ha peleado mis batallas. Me ha dado la fuerza para estar de pie. Lo único que queda por hacer es dejar ir el pasado y permanecer firmes en el propósito de Dios para mi vida.”


Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *